¿Tuvimos un hijo

Capítulo 135

Anastasia se encontraba de buen humor mientras llevaba a su hijo a la escuela. Luego de mandarle un beso a Alejandro, llamó a un taxi para dirigirse al trabajo. Cuando llegó a la oficina,

se enfocó por completo en su trabajo. Pudo responder algunos correos electrónicos antes de asistir a su junta matutina. Fernanda había sido muy insistente sobre lanzar nuevos productos para la empresa y el departamento de discño tenia que producir los últimos diseños que ayudarían a crecer sus ventas. Durante la junta, Fernanda clogió a Anastasia por su trabajo pues sus diseños habían recibido buena respuesta del público general. Sus diseños eran buenos para el mercado y los productos ya eran un éxito en muchas tiendas. Aun así, Anastasia aceptó sus

cumplidos sin ser demasiado arrogante al respecto. Luego de eso, Fernanda hizo otro anuncio:

-El departamento de finanzas nos acaba de llamar. Nos dijeron que liberaran el dinero del premio un poco más tarde esta vez, así que quizás esté listo esta tarde. Anastasia y Alexis, ustedes deberian revisar su cuenta bancaria en un momento.

De pronto, Alexis observó a Anastasia con malicia. Anastasia lo noto, pero lo ignoro pues no sabia lo que Alexis intentaba hacer. Luego de la junta, Anastasia regresó a la oficina. Poco después, escuchó la notificación de su cuenta bancaria y al abrirla, se encontró con siete ceros.

«Oh, por dios. No me esperaba que el departamento de finanzas fuera tan entusiasta sobre dar dinero. Se merecen un aplauso»

a trabajar después de recibir el dinero y terminó tres bocetos en poco tiempo, e incluso quedó satisfecha con todos. En ese momento, su teléfono

-¿Hola?

¿Hablo con Anastasia? Me gustaría comunicarte algo. Elías fue quien hizo que ganaras el premio. Si hubieras dependido de tus habilidades, habrías obtenido el tercer lugar a lo mucho. Nunca

de Anastasia cambió

¿Cómo sabes

te estoy diciendo es verdad. Solo ganaste el premio por Elias. Él fue quien llamó al presidente de mi empresa. Si no me crees, puedes llamarle.

que su rostro ardía. Incluso podía escuchar que sus oídos zumbaban, como si alguien le hubiera

premio. En realidad, no

lo normal. Tomó su teléfono y salió de la oficina sin dudarlo. Alexis se encontraba sentada a un lado de la

el premio

de los gerentes internos para que la ayudara a hacer esa llamada. Ella no permitiría que Anastasia recibiera más

no