Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 36

En la habitación, cuya temperatura iba en aumento, se escuchó un repentino golpe en la puerta.

Violeta abrió los ojos con somnolencia, sólo para darse cuenta de que Rafael la habia puesto debajo de él, presionándola fuertemente.

Su mano derecha, que antes estaba detrás de su cabeza, ahora sostenía suavemente su cuerpo…

Ella lo empujó bruscamente: “¡Alguien está tocando la puerta!”

Saltando de la cama, Violeta corrió hacia la entrada.

Mientras tanto, se ajustaba la ropa, y con su mano cubría sus mejillas ardientes.

¿Qué le había pasado?

¿Acaso se había dejado llevar por su coqueteo?

Violeta sacudió la cabeza con fuerza, sus pasos se hicieron más rápidos, le agradeció a Dios por traerle a alguien a tiempo para interrumpirlo.

Al abrir la puerta, se quedó sorprendida.

había aparecido tan temprano en

su sonrisa traviesa, se recostó en el marco de la puerta, “Estuve jugando póker toda la noche, y justo

los tamales humeantes que Elias llevaba en su

después del trabajo

estaba a punto de dar un paso hacia al lado, pero se quedó inmóvil.

momento no estaba sola….

pie, “¿No me vas a invitar a entrar?”

para rechazarlo, cuando detrás de ella se escucharon

Rafael, emergiendo lentamente del dormitorio, llevando su chaqueta y corbata en el brazo, con los botones

en sus ojos había desaparecido, reemplazada por un frio

“Eh, él…”

no sabía a

a la puerta, era un poco más

y el otro fuera, Violeta se sentía atrapada en medio de ellos, sintiendo un

frío en sus ojos se intensificó, luego soltó una risa fría: “Vaya, Violeta, estás muy ocupada, ¿no?”

ofendida por sus

responder, Rafael ya había pasado por donde estaba

y Elias entraron

Rafael apareció, Elias, después de su sorpresa inicial, se quedó en

con suavidad,